Sobre las catástrofes
Por Juan Sasturain
La verdad, dan ganas de vomitar. No se puede creer el grado de distorsión y macaneo a que hemos llegado por parte de los tramposos de siempre. Hablo de lo que pasa en estos días y en ciertos poderosos medios -para no decir en todos menos muy pocos- con el tratamiento que se les da a las cuestiones vinculadas con la llamada crisis financiera yanqui. Si no fuera doloroso y tan grave, sería patético.
Uno se saca, insulta, pero no cabe otra. Es increíble como, allá y (es terrible) acá mismo, los defensores a ultranza de la globalización, de la "apertura económica" a cualquier costo y precio, de los intereses del "ámbito financiero", de la sacrosanta iniciativa privada, de la insoslayable rentabilidad empresaria y de todos los lugares comunes ideológicos que justifican lo peor de este capitalismo salvaje -las guerras económicas, la perduración de la injusticia y la explotación escandalosa a nivel universal, el crecimiento de la pobreza y de la brecha entre pobres y ricos- se hacen los giles, miran para otro lado, no saben de qué se trata. Cuando mucho hablan de "fallas en los controles". No van más allá. Y no vale la pena tampoco, con los parámetros que se mueven. Hay que venir mucho más acá a la hora de razonar.
Porque es falso el planteo: este sistema económico universal no está/entró en recién ahora en crisis. Lo estuvo en los noventa y antes y siempre porque, además de ser esencialmente injusto, es ineficaz: siempre ha estado provocando verdaderos desastres a la mayoría de la gente -pobreza y desigualdades crecientes- mucho más graves que esta asquerosa descompostura -glotonería, ocasional intoxicación- que afecta (¿afecta?) a los ladrones: Vivimos siempre en medio de la catástrofe, en el escándalo de la dependencia asfixiante de centros de poder económico y político-militar de un grado de insensibilidad e impunidad inauditos, y con una capacidad de manipulación informativa que nos subestima y humilla (la cursiva es del autor).
¿Por qué va a resultar más escandalosa y grave la caída puntual en los índices de la bolsa -ámbito paradigmático, perverso, de la especulación, de la mentira financiera- , la quiebra del negocio de una manga de estafadores de guante blanco, que el crecimiento sistemático, geométrico a veces, de los índices que miden la brecha entre pobres y ricos? ¿Cuál es la verdadera catástrofe? El sistema no reventó ahora: hace agua, hace pobres, hace violencia, hace injusticia y hace seudovalores de mierda desde que este capitalismo salvaje, este noliberalismo mentiroso se apoderó -en apariencia- del "sentido común" universal. Da asco entonces el verso de economistas "realistas" que nos hablan -casi con suficiencia y satisfacción: es increíble- de cómo la crisis yanqui afectará no solo a la Argentina si no está "debidamente preparada" sino a la "economía familiar" de cada uno, incluso...
Pero no sacan ninguna conclusión de eso. Lo único que falta, en algunos casos, es que a la crisis yanqui, tan paqueta en el fondo, le pongan nombre de mujer -Nelly, Shirley, Carla- como a los huracanes. Por que es así: para muchos analistas, el "problema" que tienen estos ladrones parece una catástrofe natural, un lamentable fenómeno meteorológico que ha arrasado con todo y debido al cual hay que realizar operaciones de "salvataje" -no es otra la palabra utilizada- , y se espera la solidaridad internacional.
Nota: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-112430-2008-09-29.html
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