Luego de leer esta nota piense, ¿quiénes son los perros atados, en realidad?

OpiniónEl piquete y los perrosPor Fernando KrakowiakEl jueves pasado los productores rurales de Gualeguaychú, que lidera Alfredo De Angeli, volvieron a cortar la ruta 14, aun antes de que la Mesa de Enlace anunciara un nuevo lockout. Desde entonces, deciden quién pasa y quién no y ponen como condición para retirar el bloqueo que el Congreso trate el proyecto de ley que ellos consensuaron con la oposición y que prevé una fuerte baja de retenciones. Incluso De Angeli llegó a amenazar al titular de la Comisión de Agricultura, Alberto Cantero. “Por el bien de sus hijos y de sus nietos, Cantero tendría que convocar a la comisión”, aseguró el sábado en la asamblea. Ninguna de estas acciones y discursos vienen siendo cuestionados por los movileros de los canales de televisión que se instalaron allí y que lo único que hacen es solidarizarse con los productores y preguntarles una y otra vez sobre sus supuestos pesares. Ayer a la mañana, en cambio, modificaron su actitud y rescataron a las repreguntas del arcón de los recuerdos. Fue cuando llegó al lugar el secretario general del sindicato de los trabajadores de la Fruta de Entre Ríos y Corrientes, Domingo Alcides Camejo, a pedir que los dejen pasar. “Nosotros el año pasado hemos perdido 80 días de trabajo y ahora no queremos que vuelva a pasar. Venimos a hablar para que saquen los tractores por las buenas”, afirmó. Al instante los movileros se pusieron en guardia: “¿Usted no sabe que hay un paro del campo con ciertas condiciones?”, “¿usted no siente que está siendo usado para ir al choque?”, “¿por qué provoca esta situación si la fruta no está en el conflicto?”, “¿por qué no usan el camino alternativo?”, “¿no entiende que si no se soluciona la crisis del campo el año que viene no va a haber cosecha y usted tampoco va a tener trabajo?”. Los ruralistas no lo podrían hecho mejor.Camejo respondió como pudo y dejó en claro que si no se liberaba la ruta en media hora iba a volver con trabajadores de las quintas para liberar el paso. Los ruralistas decidieron quedarse en su lugar y, al mismo tiempo, comenzaron a negociar por teléfono con los patrones de los camioneros que transportaban arroz para que llamaran a sus empleados y les dijeran que se volvieran. En realidad, eran estos últimos los que estaban bloqueándole el paso a los transportes con fruta, pues más temprano habían decidido que si no pasaban ellos no pasaba nadie, como forma de meterle presión a los chacareros.Después del mediodía, Camejo volvió al lugar con dos colectivos llenos de trabajadores provenientes de las quintas. Encaró nuevamente a los productores y hubo forcejeos. “Nosotros fuimos a trabajar a la quinta y nos mandaron de vuelta porque la ruta estaba cortada. Acá tengo la planilla. Ustedes nos están perjudicando”, les dijo a los empresarios del campo un joven morocho y flaquito mientras mostraba sus manos para demostrar que era un laburante citrícola. “Fijate la vestimenta. Venimos de la quinta, papá”, remarcó. Justo en ese momento los camioneros que transportaban arroz pegaron la vuelta por orden de sus patrones y la ruta se liberó. Entonces, el transporte con fruta comenzó a pasar y los quinteros emprendieron la retirada a los campos.Mientras se subían a los colectivos, el cronista de América 24 afirmó: “Dicen que son recolectores de fruta, pero alguien les pagó. Al ciudadano argentino ya no lo engañan más. Hay dos micros preparados, pagos, para que esta gente venga. Si no tienen plata, es obvio que no los van a pagar ellos”. Inmediatamente después, le dejó el cierre de la nota al productor Luis Alberto Ronconi, que miraba junto a él cómo se iban los trabajadores: –¿Esto estaba todo preparado, no?–Efectivamente, estos chicos son gente mandada por el Gobierno o por las patronales. Son perros atados a la cadena que tal vez ni siquiera están trabajando en la citricultura. Gente que puede estar con un plan social. Son perros atados y hoy les abrieron el collar. Es la consecuencia de un gobierno errado que quiere hacer confrontar a pobres contra pobres.Después fueron a un corte comercial.fkrakowiak@pagina12.com.ar

Corte y "medio"

Muchos cortes de caminos hoy en el país. De los que me acuerdo uno fue en un puente de la capital y algunos otros en la provincia de entre ríos. El del puente, unido por un solo significante. Los demás también. En el primero se pidió por los derechos humanos. En los restantes por el dinero y el poder. Ambos están impulsados por ideas fuertes, que son sostenidas sin dudar. Y muy claras. Los primeros reclaman más justicia y más derechos humanos y los segundos reclaman más dinero. Hasta ahí clarísimo. Pero dos imágenes muy distintas me mostraron “los medios”. Los primeros “provocaron caos en el tránsito”. Los segundos “están a la espera de una decisión de los legisladores oficialistas”. Escuché que los “piqueteros” se retiraron a las dos horas. Los “chacareros” siguen por tiempo indeterminado. “Caos de tránsito” para el primer corte, “largas colas de vehículos en las rutas” para los otros. Hete aquí una llamativa distinción que me arrojó una pregunta: ¿están molestando realmente quienes nos dicen que están molestando? ¿Están provocando quienes nos dicen que están provocando? ¿Quiénes están en condiciones de generan más sufrimiento a otros seres humanos? ¿Quiénes querrían hacerlo? ¿Quiénes son más egoístas? ¿Quiénes a lo largo de la historia le hicieron más daño al país? Los monopólicos de la verdad nacieron con la mayoría de las respuestas aprendidas, el resto se irán inventando… y no serán tantas, aunque todas se repetirán hasta el cansancio. Los seres comunes, que vivimos preguntando y preguntándonos a cada instante para poder interpretar la realidad y poder participar positivamente de ella, ¿estamos aprendiendo? ¿Estamos construyendo nuestras respuestas? Prohibido dormirse.
Y una más. ¿Por qué en el primer corte estuvo presente la policía con cascos, gases y escudos haciendo barrera y en el otro no había más que un gendarme que intentaba mediar ante los manifestantes?
Los medios seguirán administrándonos las verdades en las dosis que crean necesarias. Y en muchos seguirá surtiendo efecto, aunque más no sea uno secundario pero bien valorado por los “laboratorios” como el adormecimiento. Y ojo, que se nos pueden dormir las ganas, se nos puede dormir la alegría, se nos puede dormir la esperanza, pero cagamos si se nos duermen las preguntas, porque las preguntas nos hacen libres
Abrazos.
Ernesto Alvarez